El lenguaje corporal no se detiene cuando cerramos los ojos. Las posiciones que adoptamos durante el sueño pueden ser una manifestación de nuestras emociones, pensamientos o necesidades más profundas. Entre ellas, el hábito de abrazar una almohada ocupa un lugar curioso.
Lejos de ser un simple gesto para buscar comodidad, esta posición ha sido objeto de estudio por psicólogos que observan en ella indicios reveladores sobre la conexión entre cuerpo y mente. Pero, ¿qué puede expresar realmente esta costumbre nocturna? La respuesta, como suele ocurrir, va más allá de lo evidente.
¿Qué pasa si tomo té de cáscara de mandarina antes de dormir?Qué significa abrazar una almohada para dormir, según la ciencia
Para muchas personas, abrazar una almohada puede ser una forma de buscar comodidad y seguridad. Este gesto puede reflejar una necesidad de apoyo y afecto. Aquellos que duermen de esta manera suelen ser percibidos como personas que valoran la conexión íntima y el apoyo en sus relaciones.
Según algunos expertos, este gesto refleja una inclinación hacia el apego emocional y el deseo de sentirse protegidos o proteger a otros.
Abrazar una almohada también puede calmar la ansiedad y ayudar a soportar la soledad. El contacto físico puede actuar como un mecanismo de serenidad y ayudarnos a sentirnos menos vulnerables.
Cuántas horas hay que dormir
Expertos en sueño de la National Sleep Foundation, un instituto de investigación sin fines de lucro en Estados Unidos, publicó recomendaciones generales en función de cada edad:
- Niños en edad escolar (6 a 13 años): lo recomendable sería dormir entre 9 y 11 horas.
- Adolescentes (14 a 17 años): el rango de sueño aumentó en una hora a 10,08 horas (antes era entre 8,5 y 9,5).
- Adultos más jóvenes (18 a 25 años): entre 7 y 9 horas al día, y no menos de 6 ni más de 10 u 11.
- Adultos (26 a 64 años): lo ideal sería dormir entre 7 y 9 horas, aunque no siempre se logra.
- Adultos mayores (65 años en adelante): lo saludable es descansar 7 u 8 horas al día.